Gianna, con la fuerza que caracteriza a los que han luchado por superar la enfermedad y la misma muerte desde el vientre de su madre, sacude fuertemente nuestras conciencias.
Su misma persona nos despierta a la realidad de que aquellos que pensamos que son un estorbo para el crecimiento personal y para la sociedad pueden llegar a ser las personas más brillantes. Su capacidad para transmitir esperanza, amor y perdón en un mundo donde todos, tarde o temprano, probaremos la amargura del dolor, nos asombra y nos hace reflexionar sobre el milagro de la vida…
sábado, 27 de noviembre de 2010
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