Gro Nylander: una vida dedicada a la maternidad.
Gro Nylander, especialista en ginecología y obstetricia, trabaja actualmente en el hospital Rikshospitalet en Oslo, Noruega. Además, ha sido durante muchos años la coordinadora nacional de lactancia materna de los Hospitales Amigos de los Niños en Noruega y del Centro Nacional para la Investigación de la Lactancia Materna. Gracias a sus trabajos, la tasa de mujeres que continúan con lactancia materna en Noruega más allá de los tres meses ha pasado a ser del 92%.
La historia de Gro empieza cuando nace su primer hijo. Como muchas otras mujeres jóvenes e inexpertas, Gro escuchaba los consejos que le daban: no le des el pecho hasta que no pasen al menos cuatro horas, dale también una ayuda de biberón para asegurarte de que no le baje el azúcar, no le des pecho por la noche, etc. Gro se extrañó mucho cuando a las seis semanas ya no tenía leche. Su lactancia había fracasado y no comprendía por qué.
En 1968, Gro se unió al grupo de madres Ammehjelpen, donde aprendió por qué su lactancia se había terminado. La clave era a demanda: ofrecer el pecho siempre que el bebé llore. El grupo Ammehjelpen comenzó a ayudar a las puérperas en un pequeño hospital, pero pronto las invitaron a no volver debido a su revolucionaria técnica. Fue en ese momento cuando Gro se dio cuenta de que sin el apoyo de los profesionales, poco se podía hacer en favor de la lactancia materna. De modo que ella misma comenzó la carrera de medicina.
Se especializó en ginecología y obstetricia y empezó a poner en práctica todos los conocimientos adquiridos mientras formó parte del Ammehjelpen. Mientras tanto, seguía estudiando e investigando. En pleno apogeo de los biberones y la leche adaptada que prometía vitaminas de las que la leche materna supuestamente carecía, no encontró precisamente defensores entre sus colegas y familiares. Para empezar, su padre (médico) pensaba que una mujer doctora era mala profesional y mala mujer. Por aquel entonces, Gro era viuda, pero el recuerdo de su marido, también médico, y de cómo la gente escuchaba y respetaba sus consejos por su título de doctor, la motivó a continuar. Unos años después, la doctora Nylander terminó su carrera y comenzó a ejercer.
Uno de los grandes problemas con los que Gro se encontró al empezar su trabajo como obstetra fue el tan arraigado mito de que no todas las mujeres tienen leche. Por supuesto, la inmensa mayoría de mujeres desean amamantar a sus hijos, pero se daba por hecho que no todas podrían. En 1968, sólo el 3% de las madres noruegas continuaban amamantando después de los tres meses; después de la revolución que supuso el trabajo de Nylander, el porcentaje fue subiendo hasta que en la actualidad es del 92%.
Entre las obras de Gro Nylander destacan el vídeo "El pecho no tiene horario" y el libro "Maternidad y Lactancia". La doctora ha señalado en repetidas ocasiones la necesidad e importancia de que los profesionales (enfermeras, matronas, pediatras) actualicen regularmente sus conocimientos.