Nuestro cuerpo en primavera

Nuestro cuerpo en primavera: el hígado y la vesícula biliar.

Tanto uno como otro, son esenciales para el cuerpo porque realizan la digestión y procesan las sustancias que ingerimos, así que hablemos un poquito de cada uno…

1 EL HÍGADO.

¿Sabías que el hígado es el órgano más grande del cuerpo? Está situado en la parte superior derecha del abdomen. Realiza más de cien funciones, aunque la principal es almacenar y distribuir por el cuerpo los alimentos que consumimos y filtrar las toxinas de la sangre para descomponerlas y eliminarlas. Las células del hígado producen la bilis, un líquido amarillo y verde que contiene, entre otras sustancias, la bilirrubina. El mal funcionamiento del hígado hace que ésta no se pueda eliminar y entonces, es cuando la piel, los ojos y la mucosa, se vuelven de color amarillo verdoso, lo que le da el característico tono de los enfermos hepáticos.
¿Enfermedades relacionadas con el hígado….?
Generalmente se manifiesta a través de síntomas como sensación de debilidad y cansancio excesivo, molestias digestivas generales como sensación de plenitud, aerofagia (gases), falta de apetito y náuseas producidas por la aversión a las grasas.

2 LA VESÍCULA BILIAR.

Nos sirve para segregar y almacenar la bilis necesaria para la digestión. Fundamental es su función de descomponer las grasas, además de concentrar la bilis, permitiendo la absorción del agua.
¿Qué pasa cuando hay un mal funcionamiento? ¿Cómo podemos darnos cuenta? Si nuestra vesícula biliar no anda bien, produce gases y calambres estomacales, sobre todo en la parte superior del abdomen. También puede crear dolores reflejos, es decir, que se expanden hacia otras zonas del cuerpo, en este caso, omoplatos, hombros y espalda.

¿QUÉ PODEMOS HACER EN PRIMAVERA PARA CUIDAR DE ESTOS ÓRGANOS TAN VITALES?
¡Podemos hacer muchísimo! Primeramente, comenzaremos por suprimir de nuestros hábitos algunas sustancias…
1. El abuso de medicamentos (pobrecito nuestro hígado….), mercurio (empastes dentales, pescados conservados…)y el cobre (en útiles de cocina, tuberías y conservas).
2. El exceso de grasas en las comidas.
3. Como mínimo, durante una jornada eliminaremos el café, el tabaco y el alcohol. ¿¿Cambiamos el café social por una infusión, por ejemplo??
4. Durante una semana, al menos, es recomendable tomar en ayunas el zumo de un limón, (siempre y cuando sepamos que el ácido del limón no nos sienta mal, ¡¡ojo!), mezclado en un vaso de agua tibia, y dos cucharadas de aceite de oliva de primera presión en frío para poder desinflamar el hígado y la vesícula biliar. Y, ¡¡ para las que nos gusta tomar nuestros zumitos!!, sabed que el zumo de apio previene la formación de cálculos biliares y elimina los cálculos pequeños de forma natural…Así, nuestro hígado, nos lo agradecerá.
5. Desde el punto de vista de la fitoterapia , el cardo mariano, es muy favorable para el hígado, puesto que es un regenerador hepático y además es antioxidante.
6. ¿Y la aromaterapia? Independientemente de la maravillosa primavera y sus olores…. los aromas más indicados para enfermedades hepáticas , y siempre a nuestra disposición, son: lavanda, lima, limón, romero y manzanilla alemana.
7. Y si tienes cálculos biliares, problemas de hígado, o propensión a ello…
• Sustituye las proteínas lácteas por las de la soja.
• No dejes de desayunar, ya que en ayunas aumenta la propensión a sufrir de cálculos biliares.
• Bebe de 6 a 8 vasos de agua mineral a diario; mantiene líquida la bilis.
• Un vaso de vino tinto de calidad al día, inhibe la formación de cálculos.

No queremos olvidar a quienes sufren alergias primaverales….así que si la primavera para ti significa…..asma, mucosidad….tos….asfixia….

1 Disminuye el consumo de estimulantes como té, café, mate, alcohol o tabaco.
2 No tomes demasiados lácteos (excepto yogures), azúcares y harinas, ya que son alimentos que forman mucosidades.
3 Te aconsejamos tomar productos integrales y vegetales orgánicos.
4 Ingiere poca sal.
5 Aprende a relajarte y evitar esas situaciones que nos provocan estrés o tensiones.
6 Toma levadura de cerveza y germen de trigo, pues aportan vitaminas del grupo B.
7 Come cítricos, coles, y, en general, vegetales de hoja verde.
8 Toma legumbres, arroz integral y avena. ¿Sabes que los plátanos, que son ricos en magnesio, relajan por tanto de forma natural los músculos, en concreto afectando beneficiosamente a los de los bronquios?
9 Si tu cuerpo la tolera, agrega pimienta de cayena a las comidas (¡ojo! poquita cantidad, ¡¡que pica!!) porque despeja las vías respiratorias insensibilizando también las mucosas.
10 Y por último, la cebolla y el ajo deberán ser tus mejores aliados.
Confiamos en haberos ayudado un poquito….
Encontraréis muchos consejos más un poquito más adelante, porque la primavera es larga…
Mientras tanto, cuidaos……!!!!